lunes, 30 de abril de 2018

Agudeza visual y conocimiento 2


Mapa mudo del mundo, pero ¿Sabéis que nos quiere decir o de que va?. Los colores representan una cuestión en común.

Venga, premio para el/la primer@ que ponga un comentario * correcto...y doblo el premio si además lo explica de lujo. Las respuestas no se publicarán hasta que haya varias y así no podrá ver quien o quienes han acertado.

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sábado, 28 de abril de 2018

Agudeza visual y conocimiento


Mapa mudo de Europa, pero ¿Sabéis que nos quiere decir o de que va?

Venga, premio para el/la primer@ que ponga un comentario * correcto...y doblo el premio si además lo explica de lujo. Las respuestas no se publicarán hasta que haya varias y así no podrá ver quien o quienes han acertado.

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lunes, 23 de abril de 2018

La historia que no cuentan los libros de texto en Estados Unidos


La historia que no cuentan los libros de texto en Estados Unidos

Hace diez años, James Loewen explicó en el libro 'Patrañas que me contó mi profe' cómo los libros de texto dan una visión manipulada y mítica de la historia de EEUU para propagar un patriotismo sin espíritu crítico
Ofrecemos un extracto de su última edición, publicada en España por Capitán Swing, en el que Loewen explica el caso del presidente Woodrow Wilson
James Loewen
Cuando les pregunto a mis alumnos universitarios qué recuerdan del presidente Wilson (1913-1921), me responden con entusiasmo. Dicen que condujo al país a regañadientes a la Primera Guerra Mundial y que después lideró, dentro y fuera de Estados Unidos, las iniciativas para crear la Sociedad de Naciones. Asocian a Wilson con causas progresistas como el sufragio femenino. Unos pocos recuerdan las redadas de Palmer que, en la época wilsoniana, se lanzaron contra los sindicatos izquierdistas. Pero mis alumnos no suelen conocer ni tampoco hablan de dos políticas antidemocráticas que aplicó Wilson: la segregación racial del Gobierno federal y sus intervenciones militares en otros países.
Estados Unidos intervino en Latinoamérica con más frecuencia durante la época de Wilson que en ninguna otra de nuestra historia. En 1914 enviamos tropas a México, a Haití en 1915, a la República Dominicana en 1916, a México de nuevo ese mismo año (y nueve veces más antes de finalizar la presidencia de Wilson), a Cuba en 1917 y a Panamá en 1918. Durante toda su administración, Wilson mantuvo fuerzas en Nicaragua y las utilizó para determinar qué presidente tenía ese país y para obligarle a aprobar un tratado que concedía trato de favor a Estados Unidos.
En 1917 Woodrow Wilson asumió poderes especiales al comenzar a mandar, en secreto, ayuda monetaria a los «blancos» durante la guerra civil rusa. Durante el verano de 1918 autorizó el bloqueo naval de la Unión Soviética y envió fuerzas expedicionarias a Murmansk, Arcángel y Vladivostok para contribuir a la derrota de la Revolución rusa.
Woodrow Wilson lanza la primera bola en un partido de béisbol de 1916.
Con el beneplácito del Reino Unido y Francia, y uniéndose en un mando conjunto con el ejército japonés, las fuerzas estadounidenses desembarcaron en Vladivostok para dirigirse hacia el lago Baikal con el fin de apoyar a fuerzas checas y blancas rusas que habían instaurado un gobierno anticomunista en Omsk. Después de mantener frentes en lugares tan occidentales como el Volga, las fuerzas blancas rusas se desintegraron a finales de 1919 y nuestras tropas acabaron abandonando Vladivostok el 1 de abril de 1920.
Pocos estadounidenses que no vivieran en esa época saben algo sobre nuestra «desconocida guerra con Rusia», por utilizar el título del libro escrito por Robert Maddox sobre ese desastre. Ni uno solo de los doce manuales de historia de los Estados Unidos de mi primera muestra lo menciona.
Sí lo hacen dos de los seis nuevos Boorstin y Kelley, por ejemplo, dicen: «Los Estados Unidos, con la esperanza de evitar que los arsenales de municiones cayeran en manos alemanas cuando la Rusia bolchevique dejara de combatir, aportaron unos 5000 hombres a la invasión aliada del norte de Rusia desde Arcángel. Igualmente, Wilson envió casi 10.000 hombres a Siberia dentro de una expedición aliada».
Es posible, aunque seguramente difícil, que un estudiante estadounidense pueda inferir de ese fragmento que Wilson estaba interviniendo en la guerra civil rusa.
Por su parte, los libros de texto rusos conceden bastante espacio al episodio. Según Maddox: «La consecuencia inmediata de la intervención fue la prolongación de una sangrienta guerra civil, lo cual costó miles de vidas más y ocasionó una enorme destrucción a una sociedad ya de por sí maltratada. Y hubo también consecuencias de más larga duración. Los líderes bolcheviques tenían pruebas fehacientes... de que las potencias occidentales tratarían de destruir el régimen soviético en cuanto pudieran».
Esta agresión atizó las sospechas que durante la Guerra Fría motivaron a los soviéticos, que hasta la disolución de la URSS continuaron reclamando indemnizaciones por la invasión.
Las invasiones de Wilson en Latinoamérica son mejor conocidas que su aventura en Rusia. Los libros de texto sí se ocupan de algunas y resulta fascinante observar cómo sus autores intentan justificar esos episodios. Sería imposible que una descripción precisa de esas invasiones diera una imagen positiva de Wilson o de los Estados Unidos. Ahora sabemos que las intervenciones de Wilson en Cuba, la República Dominicana, Haití y Nicaragua prepararon el terreno para dictadores como Batista, Trujillo, los Duvalier y los Somoza, cuyos legados siguen vigentes.
Ya en la propia década de 1910 gran parte de las invasiones no fueron bien recibidas en nuestro país y provocaron un aluvión de críticas en el exterior. A mediados de 1920, los sucesores de Wilson dieron la vuelta a sus políticas en Latinoamérica. Los autores de los manuales de historia lo saben, porque un capítulo o dos después del de Wilson ensalzan nuestra «política de buena vecindad», la renuncia al uso de la fuerza en Latinoamérica por parte de los presidentes Coolidge y Hoover, extendida por Franklin D. Roosevelt (FDR).
En comparación, los libros de texto podrían calificar (pero no lo hacen) las acciones de Wilson en Latinoamérica de «política de mala vecindad». Sin embargo, al enfrentarse a cosas desagradables, los manuales de ayer y de hoy hacen lo imposible por sacar al héroe del aprieto, como en este ejemplo del antiguoChallenge of Freedom: «El presidente Wilson quería que los Estados Unidos cimentaran amistades con los países latinoamericanos. No obstante, le resultó difícil...».
Varios manuales echan la culpa de las invasiones a los países invadidos: «Wilson rehuía las políticas exteriores agresivas», afirma The New  American Pageant. «La agitación política en Haití no tardó en obligar a Wilson a tragarse algunas de sus antiguas palabras antiimperialistas... A regañadientes envió a los infantes de marina a proteger vidas y propiedades americanas». Este fragmento es una pura y simple invención. Al contrario que en el caso de su secretario de Marina, que posteriormente se quejaría de que lo que Wilson «[me] obligó a hacer en Haití me resultó difícil de digerir», ninguna prueba documental sugiere que el presidente tuviera escrúpulo alguno en enviar tropas al Caribe.
Todos los libros de texto analizados mencionan que Wilson invadió México en 1914, pero defienden que las intervenciones no eran culpa del presidente. Según elPageant de 2006: «Las llamadas a la intervención atronaban desde los labios de los patrioteros estadounidenses». Y continúa: «Sin embargo, el presidente Wilson se mantuvo firme ante los que exigían que pasara a la acción».
Evidentemente, Wilson no tardó en ordenar la entrada de las tropas en México, antes incluso de que el Congreso se lo autorizara. Walter Karp ha demostrado que esta idea de un Wilson renuente también contradice los hechos: la invasión, que fue idea suya desde el principio, disgustó tanto al Congreso como a la población estadounidense.
La intervención de Wilson fue tan escandalosa que líderes de las dos facciones enfrentadas en la guerra civil mexicana exigieron la retirada de las tropas de los Estados Unidos; al final, la presión de la opinión pública en los Estados Unidos y en todo el mundo indujo al presidente a retirarlas.
Los autores de manuales suelen utilizar otro recurso para describir nuestras aventuras en México: ¡dicen que Wilson ordenó la retirada de nuestras fuerzas, pero no concretan quién ordenó su entrada! Ofrecer la información utilizando una voz pasiva impersonal ayuda a aislar a los personajes históricos de sus propias acciones, nada heroicas y nada éticas.
Algunos libros no se limitan a omitir al autor, sino que omiten también la propia acción. La mitad de los manuales ni siquiera menciona la toma de Haití por parte de Wilson. Después de invadir el país en 1915, los infantes de marina estadounidenses obligaron a su parlamento a elegir como presidente al candidato preferido por nuestro gobierno.
Cuando Haití se negó a declarar la guerra a Alemania después de que lo hicieran los Estados Unidos, nosotros disolvimos su parlamento. A continuación, supervisamos la celebración de una especie de referéndum de aprobación de una nueva Constitución haitiana, menos democrática que la anterior. El resultado fue ridículo: se aprobó por 98.225 votos a favor frente a 768 en contra.
Como ha señalado Piero Gleijesus, «no es que los fervientes esfuerzos de Wilson por traer la democracia a esos pequeños países fracasaran, es que nunca lo intentó. Intervenía para imponer la hegemonía, no la democracia».
Estados Unidos también atacó una orgullosa tradición haitiana, la posesión individual de pequeños huertos, que se remontaba a su revolución, para promover la creación de grandes plantaciones. Las tropas estadounidenses obligaron a campesinos encadenados a formar parte de brigadas de construcción de carreteras.
En 1919 los ciudadanos haitianos se sublevaron contra las tropas de ocupación de los Estados Unidos mediante una guerra de guerrillas que costó más de tres mil vidas, en su mayoría de haitianos. Esto es lo que aprenden los estudiantes que leen  Pathways to the Present: «Los Estados Unidos entraron en Haití para reinstaurar la estabilidad, después de que una serie de revoluciones convirtieran el país en un lugar débil e inestable. Wilson… envió a las tropas estadounidenses en 1915. Los infantes de marina de los Estados Unidos ocuparon Haití hasta 1934».
Estas insulsas frases ocultan lo que hicimos, sobre lo cual George Barnett, general de ese cuerpo, se quejó a su superior en Haití: «Durante cierto tiempo se han venido produciendo asesinatos de indígenas prácticamente indiscriminados». Para Barnett, este violento episodio era «el más asombroso en su especie de los ocurridos en toda la historia del cuerpo de infantes de marina».
Durante las dos primeras décadas del siglo xx, Estados Unidos convirtió Nicaragua, Cuba, la República Dominicana, Haití y otros países en verdaderas colonias. Y, como ya hemos visto, Wilson tampoco limitó sus intervenciones a nuestro hemisferio. Su reacción ante la Revolución rusa consolidó la alianza de los Estados Unidos con las potencias coloniales europeas. Su administración fue la primera en obsesionarse con el espectro del comunismo, fuera y dentro del país. Wilson fue categórico al respecto. En Billings (Montana), de campaña por el oeste en busca de apoyos para la Sociedad de Naciones, lanzó esta advertencia: «Hay apóstoles de Lenin entre nosotros. No puedo ni imaginarme lo que supone ser un apóstol de Lenin. Significaría ser apóstol de la noche, el caos y el desorden».
Un norteamericano posa junto a los cadáveres de insurgentes haitianos muertos en un enfrentamiento con marines en 1915.
Un norteamericano posa junto a los cadáveres de insurgentes haitianos muertos en un enfrentamiento con marines en 1915. TULSA DAILY WORLD
Cuando ya la alternativa de los rusos «blancos» no existía, Wilson siguió negándose a reconocer diplomáticamente a la Unión Soviética. Contribuyó a prohibir su participación en las negociaciones de paz posteriores a la Primera Guerra Mundial y ayudó a derrocar a Béla Kun, el líder comunista que había llegado al poder en Hungría.
Su defensa de la autodeterminación y la democracia nunca pudo competir con sus tres férreos «ismos»: colonialismo, racismo y anticomunismo. En Versalles, un joven Ho Chi Minh apeló a Woodrow Wilson para que defendiera la autodeterminación de Vietnam, pero Ho tenía en contra esos tres principios. Wilson se negó a escuchar y Francia conservó el control de Indochina.
Parece que para Wilson la autodeterminación estaba bien, por ejemplo, para Bélgica, pero no para lugares como Latinoamérica o el Sudeste Asiático.

domingo, 22 de abril de 2018

Viñetas

jueves, 19 de abril de 2018

Adolf Hitler es condenado a cinco años de cárcel por alta traición



Adolf Hitler es condenado a cinco años de cárcel por alta traición, al intentar deponer por la fuerza al Gobierno bávaro.



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Al amanecer del 9 de noviembre, el Ejército y la policía bávara estaban tomando posiciones contra los golpistas; Ernst Röhm y sus tropas nazis se encontraban rodeados en el Ministerio de Guerra bávaro, y Hitler decidió marchar junto con Ludendorff para liberarlos. El anciano comandante alemán había convencido a Hitler de que los soldados y la policía no dispararían contra él, y que se unirían a su causa. No obstante, la policía no se replegó ante Ludendorff y se inició un tiroteo. Dieciséis miembros del NSDAP murieron durante la refriega, pero Hitler escapó únicamente con un hombro dislocado. Hitler se escondió en la casa de Ernst Hanfstaengl, y pensó en el suicidio.


Fue arrestado dos días después, acusado de alta traición. Alfred Rosenberg se convirtió temporalmente en el líder del partido. Según Joachim Fest, esta subversión fracasada marcó uno de los grandes hitos en la vida de Hitler, pues con ella habría finalizado su aprendizaje y se habría dado paso a su verdadera entrada en la política.


Su juicio, atrajo atención internacional, y le proporcionó una plataforma política para anunciar su movimiento. Durante su juicio, que se inició el 26 de febrero de 1924, Hitler recibió tiempo casi ilimitado para hablar, lo que hizo que su popularidad creciera debido a su poderoso y convincente discurso nacionalista. A diferencia de los participantes del golpe de Kapp, Hitler asumió la responsabilidad de la intentona golpista, pero negó haber cometido un crimen: "...Solamente yo cargo la responsabilidad. Pero no soy un criminal por eso. Si hoy me presento aquí como un revolucionario, es como un revolucionario en contra de la revolución. No existe la alta traición contra los traidores de 1918..."


El 1 de abril de 1924, Hitler fue sentenciado a 5 años de prisión en la fortaleza de Landsberg, aunque la Constitución estipulaba cadena perpetua contra crímenes de este tipo. Hitler recibió un trato privilegiado de los guardias y pudo recibir cartas y visitas de sus admiradores.Fue absuelto y liberado el 20 de diciembre de ese mismo año, como parte de una amnistía masiva hacia prisioneros políticos. En total, solo cumplió nueve meses de su condena.

sábado, 14 de abril de 2018

Hitler se cabrea




La República Española el único país que dijo NO a los Juegos Olímpicos de Hitler


La República Española el único país que dijo NO a los Juegos Olímpicos de Hitler



Artículo: Simone Renn – @SimoneRenn
2016 fue un año muy significativo para España, pues se cumplió el 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil Española, pero también lo fue a nivel internacional, pues tuvo lugar el 80 aniversario de un hecho que empequeñeció al mundo: la celebración de los Juegos Olímpicos de Hitler, conocidos como los “Juegos de la vergüenza”.
A pesar de que los gobiernos de diferentes países, con presencia en el Comité Olímpico Internacional, se pronuncian para llevar a cabo un boicot de los Juegos Olímpicos de Berlín que se celebrarán del 1 al 16 de agosto, solamente el Gobierno del Frente Popular de la República Española se mantiene firme en su rechazo a la celebración de dichos juegos, y además apoya la organización de la Olimpiada Popular de Barcelona, que se planifica para que tenga lugar del 19 al 26 de julio de 1936.
La Olimpiada de Barcelona constituye una alternativa a los Juegos Olímpicos nazis, y nace con el objetivo de recuperar el verdadero espíritu olímpico, la paz y la solidaridad entre las naciones, que se niega en los Juegos de Berlín, con la “complicidad pasiva” del COI (Comité Olímpico Internacional) y la mirada hacia otro lado de los gobiernos de las supuestas grandes democracias, que minimizan los criminales hechos que el gobierno nazi lleva a cabo en Alemania contra los opositores al régimen y contra los que no pertenecen a la raza aria, y los incumplimientos del Tratado de Versalles.
En la Olimpiada Popular de Barcelona se consigue la inscripción de unos 6.000 atletas que provienen de 23 naciones, y que son contrarios a la Olimpiada de Hitler.
Las delegaciones de Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Argelia son las más numerosas. También hay equipos representando a los alemanes e italianos exiliados, que han huido de la persecución a la que son sometidos en sus países.
El 17 de julio tiene lugar el levantamiento de un grupo de militares rebeldes en Melilla, el 18 de julio en la mayoría de las ciudades españolas y el 19 de julio en la ciudad de Barcelona. Esto obliga a que la Olimpiada se deba suspender.
La singular coincidencia de fechas entre el levantamiento en España y la programación de la Olimpiada de Barcelona, hace que no se pueda llevar a cabo la que hubiera sido la afrenta internacional más directa al régimen nazi y, quién sabe, si ello hubiera supuesto el despertar que lograra que no tuviese lugar la II Guerra Mundial.
El fracaso del golpe de estado desemboca en la mal llamada Guerra Civil Española, pues los generales golpistas cuentan desde el principio con la ayuda de efectivos militares y tropas profesionales de la Alemania nazi, con fascistas de los gobiernos de Italia y Portugal y con el llamado Ejército de África, compuesto por la Legión Extranjera y las tropas indígenas de Marruecos mandadas por oficiales españoles.
Mientras el pueblo español es masacrado, el 1 de agosto se inauguran los Juegos Olímpicos de Berlín presididos por Hitler, con el beneplácito del Comité Olímpico Internacional y la participación de  3.963 deportistas de 49 países.
Juegos Olímpicos de Hitler versus Olimpiada Popular de Barcelona

miércoles, 4 de abril de 2018

Historia de las banderas del mundo

No es un tema al que le prestemos mucho la atención, pero un día alguien preguntó por algo relacionado y ya por curiosidad, aquí os dejo un artículo interesante sobre el tema

banderasdelmundo
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martes, 3 de abril de 2018

Las cosas por su nombre para evitar caer en hablar sin saber