Tema 4: Los Orígenes Del Movimiento Obrero

El alumnado de ambos grupos debe hacer las actividades del Tema 4 que le pongo en este archivo para trabajar las horas que no acude de manera presencial. Aunque están en Moodle, las dejo aquí por si alguno tiene problemas. Recordad mi correo para mandarlo danielgarofano@gmail.com. Tenéis para hacerlo desde el día 11 al 18 de Enero



1.El nacimiento de una nueva sociedad de clases

1.1. Un nuevo marco de relaciones sociales


El proceso de revolución industrial y de implantación del liberalismo político y económico transformaron Ias relaciones sociales, primero en Europa y, progresivamente, en el resto del mundo industrializado. Al desaparecer Ia desigualdad jurídica de privilegiados y no privilegiados, Ias diferencias sociales se establecieron esencialmente en función del poder económico.

A partir de ese momento, lo que determinó Ia posición social fue Ia pertenencia a una clase social fundamentalmente por el dinero: Ia de los que poseían Ia propiedad y el control de Ia producción, o Ia de los asalariados, que vendían su fuerza de trabajo por un sueldo. Los primeros, Ia burguesía, constituían los nuevos privilegiados al poder establecer Ias condiciones salariales y laborales e influir en Ias decisiones económicas y políticas. El resto, el proletariado industrial o agrario, se convirtió en el nuevo grupo social desfavorecido, que dependía de Ia burguesía para su supervivencia y debía aceptar Ias condiciones que le impusieran.

De este modo surgió un nuevo tipo de conflicto social, el conflicto de clases, que ponía el acento ya no solo en Ia conquista de Ia igualdad y Ia libertad legales, sino en Ia lucha por Ia reducción de Ias desigualdades sociales y económicas.



1.2. Los orígenes del mundo obrero

Algunos obreros industriales provenían de antiguos trabajadores manuales y pequeños artesanos urbanos, pero, esencialmente, eran campesinos que habían emigrado a Ias ciudades en busca de empleo debido fundamentalmente a que al mecanizarse el campo se necesitaba menos mano de obra y estaban en paro.

Las condiciones de trabajo resultaron, en los primeros tiempos, muy difíciles. Las jornadas eran agotadoras (14-16 horas diarias) y se desarrollaban en ambientes laborales muy duros (ruido, humos, falta de higiene...) y con una estricta disciplina (despidos sin motivo, castigos, penalizaciones...). 







Los salarios apenas permitían Ia supervivencia: se cobraba únicamente por jornada trabajada, y en caso de enfermedad o día de fiesta, no se cobraba. De hecho aquel obrero que faltara al trabajo o diera problemas era sustituido ya había mucha gente dispuesta a ocupar su puesto y no había leyes que lo defendieran por un despido

Para que una familia pudiera sobrevivir era indispensable que trabajasen también mujeres y niños, con salarios mucho más bajos.

Los horarios y el ritmo de trabajo ya no dependían de Ia luz solar o de Ia estación del año como en el campo, sino del reloj y del capataz de la fábrica. 

Además, Ia existencia de leyes antiasociativas, como Ias Combination Acts inglesas (1799-1800) o la Ley Chapelier francesa (1791), impedían cualquier tipo de asociación de trabajadores para defender sus intereses.




1.3. Los primeros conflictos: el ludismo

La nueva organización del trabajo y Ia introducción de máquinas no solo deterioró Ias condiciones laborales, sino que provocó una pérdida de puestos de trabajo: de este modo, de las 800.000 personas que en el año 1800 trabajaban en los telares manuales de Gran Bretaña, en 1834 solo quedaban 200.000.

Ante esta situación, durante Ias primeras décadas del siglo XIX se produjeron numerosas protestas contra el nuevo sistema .

La imposibilidad de organizarse de forma legal conducía a los trabajadores a participar en revueltas espontáneas y violentas. A menudo, sus acciones se dirigían contra Ias máquinas, a Ias que consideraban responsables del paro y de Ia bajada de los salarios, y contra los amos y el gobierno que los protegía.

Esta primera forma de organización y resistencia de los obreros recibe el nombre de Ludismo, en referencia al nombre de un personaje inglés mítico, el capitán Ned Ludd. Las revueltas ludistas nacieron en Inglaterra entre 1811 y 1816, y se extendieron por todo el continente. 

De este modo, Ia destrucción de máquinas se convirtió en una defensa del puesto de trabajo y también en una manera de presionar e intimidar a los empresarios en momentos de conflicto laboral.



1.4. La “cuestión social”

En Ia primera mitad del siglo XIX se hizo evidente que esta nueva sociedad había generado nuevas desigualdades.

Numerosos intelectuales (escritores, filósofos, políticos) tomaron conciencia de Ia miseria y desamparo en los que se encontraba Ia clase trabajadora y de Ia violencia social que su descontento generaba.

Nació así Ia denominada cuestión social, es decir, Ia preocupación por Ias consecuencias sociales que provocaba Ia industrialización. Mientras una parte de Ia burguesía liberal defendía que los obreros debían intentar mejorar sus vidas a partir del trabajo y Ia disciplina , otro sector consideraba necesario  reformar el sistema económico.

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2.Las alternativas socialista y anarquista

A principios del siglo XIX, Ia indignación frente a Ia miseria de los obreros dio origen a nuevas ideologías políticas, como el socialismo y el anarquismo, que denunciaban los abusos del capitalismo liberal y aspiraban a construir una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales.




2.1. Los precursores: el socialismo utópico

La primera generación de socialistas, denominados utópicos, era un grupo de pensadores herederos de las tradiciones ilustradas y de Ia corriente  jacobina de Ia Revolución francesa. 

Coincidían en criticar Ia propiedad privada de los medios de producción(1), Ia explotación de los trabajadores y Ia concentración de Ia propiedad y Ia riqueza.

Proponían sustituir Ia propiedad privada por Ia propiedad colectiva y garantizar Ia igualdad de derechos básicos y los sistemas políticos democráticos con sufragio universal y soberanía popular.

Algunos pensadores como François Babeuf y Louis Auguste Blanqui consideraban que Ia igualdad social solo podía alcanzarse por medio de una acción revolucionaria y violenta de una minoría. Sin embargo, Ia mayoría creía en una pacífica transformación social a
través de Ia difusión de Ia educación, Ia asociación y Ia cooperación.

Entre los más destacados socialistas utópicos se encuentra Charles Fourier, que defendió Ia creación de falansterios, agrupaciones comunitarias donde Ia propiedad sería colectiva y todos sus miembros compartirían Ias tareas y los beneficios del trabajo.

Robert Owen, un industrial inglés, defendió Ia organización de los trabajadores en cooperativas y llevó a Ia práctica sus ideas, durante un tiempo, en su fábrica textil de New Lanark (Escocia).

2.2. El pensamiento marxista

En 1848, dos pensadores, Karl Marx y Friedrich Engels publicaron el Manifiesto Comunista. Fue Ia primera formulación del marxismo, una corriente socialista que tendría un impacto profundo en el obrerismo y en Ia cultura mundial.

EI marxismo o Socialismo Científico  defendía Ia necesidad de destruir el orden liberal y el sistema económico capitalista para crear una nueva sociedad más igualitaria. Sin embargo, creía que el fin del capitalismo no se produciría espontánea y voluntariamente, como sostenían los utópicos, si no que tenía que ser el proletariado, organizado políticamente, quien debía establecer, mediante Ia revolución, un orden social sin clases.
El marxismo se basaba en varias ideas:

-El análisis de la historia para darnos cuenta que siempre hubo 'lucha de clases', opresores y oprimidos, esto ha sido el motor de la historia, pasando por varias fases: esclavismo, feudalismo y capitalismo.

-Critica al capitalismo, basados en la propiedad privada de los medios de producción y la explotación, por ejemplo el concepto de plusvalía, viene a decir que los beneficios que se lleva un empresario los genera el trabajador, un obrero produce más beneficios que lo que luego le llega a su salario (2)

-Caminar hacia una sociedad comunista, cuando el trabajador tome el poder político, terminar con la propiedad privada y transformarla en una propiedad socializada, igualitaria y donde desaparezcan las clases sociales (3)


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2.3. Las corrientes anarquistas

El anarquismo, o socialismo libertario es Ia otra gran corriente de pensamiento que se enfrentó al liberalismo. No presentaba una doctrina tan homogénea como el marxismo, sino que el término anarquismo agrupó propuestas individuales de distintos ideólogos.

En Ia primera mitad del siglo XIX, el principal inspirador del anarquismo fue el francés Pierre Joseph Proudhon, quien afirmaba que la propiedad era un robo y defendía un sistema social basado en el mutualismo(4) y el cooperativismo. Pretendía, por medio de la libre
asociación de los individuos, superar el sistema de producción capitalista al margen de Ias organizaciones políticas y Ia autoridad.

Posteriormente, el ruso Mijaíl Bakunin planteó que Ia revolución y Ia destrucción del capitalismo estarían protagonizadas por todos los sectores oprimidos (campesinos, artesanos, proletarios) y serían el resultado de Ia lucha espontánea y libre de Ias masas contra la opresión. Su objetivo no era conquistar el Estado sino destruirlo.

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En general, todas las corrientes anarquistas criticaban Ia socie
dad capitalista y proponían un modelo alternativo basado en Ia ausencia de autoridad. Además se implicaban en Ias organizaciones obreras y participaban en huelgas y manifestaciones.

Los ejes principales de su pensamiento podrían resumirse en: 

-Crítica de Ia propiedad privada y defensa de Ia propiedad colectiva.

-Oposición a Ia existencia del Estado, por considerarlo un instrumento de opresión, y su sustitución por formas comunales de libre asociación.

-Rechazo de los partidos políticos (no hay partidos anarquistas aunque si existen Sindicatos); y defensa de Ia espontaneidad de Ias masas,  de Ia acción directa.








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3.Las primeras organizaciones obreras (1830-1875)


3.1. El nacimiento de los sindicatos

A partir de 1820-1830, los trabajadores comprendieron que el nuevo sistema fabril había llegado para quedarse, y que no mejorarían sus condiciones de vida y de trabajo destruyendo Ias máquinas (ludismo). Animados por Ias nuevas ideas socialistas, fueron creando organizaciones para defender sus derechos y plantear alternativas al capitalismo industrial.

El primer tipo de organización obrera fueron Ias sociedades o asociaciones de Socorros Mutuos, en ocasiones clandestinas. Tenían su origen en antiguas formas de protección de los artesanos y ayudaban al trabajador o a su familia en caso de enfermedad, paro, defunción, etc. 

Organizaron Ias primeras huelgas gracias al cobro de cuotas a sus miembros, lo que les permitía crear cajas de resistencia (5)

Posteriormente, en Gran Bretaña, cuando se anularon Ias leyes antiasociativas (1825) empezó a configurarse el sindicalismo contemporáneo. Los obreros se agruparon en organizaciones de oficios, las Trade Unions, entre Ias que destaca el Gran Sindicato General de Hiladores (1829), encabezado por John Doherty.

En 1834, bajo la dirección de Robert Owen, se produjo Ia unión de los diversos sindicatos de oficios, y se constituyó la Great Trade Union, que llegó a tener más de medio millón de trabajadores afiliados.

En la década de 1840 se expandió el sindicalismo: en Francia se creó la Unión Obrera (1843) y en España el primer sindicato fue la Asociación de Tejedores de Barcelona (1840).



3.2. El cartismo, un proyecto político

Durante el proceso de Ias revoluciones liberales, los obreros habían secundado Ias propuestas de Ias corrientes radicales, demócratas y republicanas. Fue en Gran Bretaña donde, por primera vez, el movimiento obrero tomó la iniciativa de organizarse en un proyecto político propio: el cartismo.

Las enormes dificultades legales y la persecución a Ia que estaban sometidos los dirigentes sindicales de Ias Trade Unions les convenció de Ia necesidad de participar en política para poder cambiar Ias leyes y de este modo mejorar Ia vida de los obreros. 

En 1836, un grupo de obreros fundó Ia Working Men’s Association, que publicó Ia Carta del Pueblo 👇. 
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En 1842 se transformó en la Asociación Nacional de la Carta, considerada el primer partido político de los trabajadores.

Los cartistas reclamaban el sufragio universal masculino y secreto; un sueldo para los diputados, con el fin de que los trabajadores, y no solo los ricos , pudieran permitirse ejercer este cargo; la inmunidad parlamentaria para poder exponer sus ideas sin temor a represalias.

Presentaron sus demandas a la Cámara de los Comunes y promovieron en su defensa huelgas y manifestaciones. Aunque no consiguieron sus objetivos, el cartismo ayudo a que muchos trabajadores se dieran cuenta de que sin lucha por sus derechos, nada cambiaría.






3.3. La Primera Internacional

A partir de 1850, el número de trabajadores, organizaciones obreras y pensadores socialistas era ya muy importante. La conciencia de formar parte de una misma clase, más allá de los Estados y Ias fronteras, les llevaría a Ia constitución de Ia Asociación Internacional de
Trabajadores (AIT)
. Fue creada en Londres en 1864 por delegados de asociaciones obreras inglesas y francesas y emigrantes polacos, italianos y alemanes. Posteriormente se incorporaron otros grupos (owenistas, cartistas, etc.) y personalidades involucradas en Ia lucha social.

La AIT o Primera Internacional se organizó en secciones nacionales y tenía un Consejo General dirigido por Marx, que redactó los estatutos y el manifiesto inaugural en el que se establecían los principios básicos de Ia Internacional: la emancipación de los trabajadores debía ser obra de los mismos trabajadores, que conquistarían el poder político para acabar con la sociedad burguesa e implantar el socialismo.

Los primeros congresos de la organización se celebraron en Ginebra , Lausana  y Bruselas . En ellos se adoptaron acuerdos para impulsar Ias movilizaciones obreras y se definieron una serie de reivindicaciones: reducción de la jornada laboral, supresión del trabajo infantil, desaparición de los ejércitos permanentes, socialización de los medios de producción y el recurso a la huelga como el medio más eficaz para conseguir estos objetivos.

A pesar de los acuerdos, existían diferencias en el seno de la Internacional. La más importante fue el enfrentamiento entre Marx y Bakunin, es decir, entre Ias ideas del socialismo marxista y Ias del anarquismo. 
Bakunin acusaba a Marx de controlar Ia Internacional y de que gran parte de los acuerdos de Ia AIT reflejaban Ias posiciones marxistas. Bakunin se oponía a Ia conquista del Estado y del poder político, propugnaba su abolición y se mostraba hostil a cualquier autoridad política.

Las delegaciones de los países más industrializados (Gran Bretaña, Alemania) apoyaban Ias tesis de Marx, y los países más atrasados (España, Italia), con un sector agrícola todavía muy importante, Ias de Bakunin. Este enfrentamiento provocó la ruptura de Ia organización en 1872.



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 4.La evolución del movimiento obrero (1875-1914)


4.1. Los caminos del anarquismo

Tras el fracaso de Ia Primera Internacional, los anarquistas intentaron mantener viva esa experiencia con Ia formación de una Internacional Antiautoritaria, que tuvo una corta vida . 

Por un lado, se conformó una corriente conocida como anarcocomunismo, influida por dirigentes como Piotr Kropotkin y Errico Malatesta, que se oponía a cualquier forma de organización y propugnaba la acción violenta de pequeños grupos contra la sociedad burguesa. 

De este modo, los principios de Ia denominada “propaganda por la acción, defendían que Ia acción violenta contra los símbolos del Estado, Ia Iglesia y los capitalistas despertaría la conciencia de Ias masas y Ias conduciría a la revolución".

Como resultado, una oleada de atentados conmocionó a Ias sociedades occidentales: asesinato del presidente de la república francesa (Sadi Carnot, 1894), del jefe de gobierno español (Cánovas del Castillo,1897), de Ia emperatriz de Austria (Isabel de Baviera ,1898), deI presidente de Estados Unidos (Mckinley,1901). Pero estas acciones provocaban la represión del anarquismo por parte de los gobiernos y alejaban a muchos trabajadores de sus filas.

Otro sector del anarquismo rechazaba esta estrategia y defendía una organización en sindicatos de trabajadores, para conseguir acabar con el capitalismo y crear una sociedad sin clases

Esta corriente, conocida como anarcosindicalismo, estableció Ias bases del sindicalismo anarquista: no crear partidos políticos y huelga general como instrumento revolucionario. Sus ideas fraguaron en Ia Carta de Amiens (1906) y en la formación de potentes sindicatos anarquistas como la Confederación General del Trabajo (CGT), en Francia, y Ia Confederación Nacional del Trabajo (CNT), en España.




4.2. Sindicatos y partidos socialistas

Desde el último cuarto del siglo XIX, el crecimiento del capitalismo, asociado a Ia Segunda Revolución Industrial, produjo un extraordinario aumento de los trabajadores asalariados, tanto del proletariado industrial, que en algunos países empezó a superar a Ia población agraria.

Aumenta la formación de grandes sindicatos  como Ia fundación de Ia Asociación General de Sindicatos Alemanes , Ia constitución legal de Ias Trade Unions británicas  o Ia Unión General de Trabajadores (UGT) en España en las últimas décadas del XIX,  esto permitió un aumento de Ia capacidad de presión de los trabajadores ante los empresarios y el gobierno. 

Las huelgas (que estaban prohibidas) se convirtieron en instrumentos indispensables para forzar Ia negociación entre sindicatos y empresarios. Además, el sindicalismo exigió Ia intervención del Estado para arbitrar los conflictos, frenar los abusos laborales y garantizar que se aprobase una legislación laboral. 

Paralelamente se dieron los primeros pasos en Ia creación de partidos políticos obreros socialistas. El primero y más importante fue el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), fundado en 1875 bajo principios marxistas. En sus inicios estuvo prohibido por el gobierno alemán y se consolidó en Ia clandestinidad. Tras su legalización (1890) creció de forma espectacular: en 1912 obtuvo más de cuatro millones de votos (un 34,8%) y 110 escaños. Era Ia fuerza mejor organizada y el punto de referencia de los partidos obreros que se expandieron por Europa.

Su éxito procedía de un programa y una práctica que combinaban el objetivo final revolucionario- del socialismo con Ia lucha cotidiana para conseguir reformas inmediatas: sufragio universal masculino y femenino, jornada de ocho horas, enseñanza laica, prohibición del trabajo infantil, etc.

En Francia, el socialismo estaba más fragmentado y su crecimiento fue más lento. La unificación se realizó en 1905, siendo Jules Guesde y Jean Jaurès los principales dirigentes del nuevo partido. En España, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado por Pablo Iglesias en 1879, vio restringida su influencia por Ia importante presencia del anarquismo. En Gran Bretaña, el gran peso del sindicalismo retrasó Ia formación de partidos socialistas y a principios del siglo XX se fundó el Partido Laborista, con una práctica más de reformas en el gobierno y bajo Ia dependencia directa de los sindicatos.
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4.3. La Segunda Internacional

La Segunda Internacional o Internacional Socialista se fundó en París en 1889. Solo incorporó partidos socialistas y se organizó como una confederación de partidos nacionales autónomos, sin un consejo general que centralizase Ia acción, a diferencia de Ia primera AIT. 

Las resoluciones adoptadas en el congreso fundacional reclamaban leyes para Ia protección de los trabajadores, Ia jornada laboral de ocho horas y Ia abolición del trabajo infantil. En los siguientes congresos, Ia Segunda Internacional debatió y estableció una serie de principios que se mantendrían a lo largo del siglo: Ia extensión de Ia democracia, Ia evolución pacífica hacia Ia toma del poder político...etc

Asimismo, condenó el colonialismo, como una forma más de explotación capitalista, y Ias guerras, consideradas un producto del enfrentamiento entre los Estados capitalistas que se debía impedir y frenar por medio de Ia huelga general y Ia movilización revolucionaria.

La Segunda Internacional creó algunos de los símbolos del movimiento obrero, como el himno (La Internacional) y Ia celebración del 1 de mayo, Día de los Trabajadores, en recuerdo de los obreros detenidos y ajusticiados en Chicago en 1886.


Agrupaba a millones de trabajadores y sus debates tuvieron una notable repercusión. Impulsó una gran diversidad de organismos, entre los que cabe destacar la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (1907).
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Imagen relacionada*Dossier de fichas del tema: Las condiciones de los obreros en el XIX, El fracaso de la I Internacional, La ruptura de los partidos socialistas en el s.XX, La Comuna de París+ textos


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1-Medios de producción hace referencia a las fábricas, maquinaria...etc, es decir, los medios por los cuales se produce un objeto.
2-En 4º explicamos el concepto de plusvalía en este tema, si un trabajador fabrica 5 ordenadores al día y cada uno se vende por 500 euros (si quitamos el coste en materia primas), ese trabajador genera al día a la empresa 2.500 €. si trabaja 20 días al mes, saldrían unos 50.000 € que genera fabricando ordenadores. Su salario al mes es de 1000€. La plusvalía, es decir, el beneficio que saca la empresa por su trabajo restando su salario, es de 49.000€.(así explicado lo más simple posible).
3-Cuando se habla de terminar  con la propiedad privada hay que saber exactamente a lo que se refiere, hacen referencia a los medios de producción, que deberían estar en manos de los trabajadores o del Estado para evitar abusos (por ejemplo, las empresas estratégicas, se aprovechan de que la gente necesita luz, agua o gasolina para forrarse a costa de la mayoría). Si con tu sueldo te compras un coche, eso es tuyo, no te lo van a quitar o tienes que compartirlo por narices.
4-Intercambio, hay varias empresas o personas que fabrican o generan algo y se intercambian sus cosas.
5-Cuando un@ejerce su derecho a Huelga, no cobra ese día, al principio del movimiento obrero las huelgas eran de muchos días, muchos obreros no podían comprar alimento por ello, para que la gente resistiera, se hacían donaciones económicas para resistir "Caja de resistencia" y que la huelga pudiera ser continuada y masiva hasta conseguir lo que se pedía

2 comentarios:

  1. Muy buena información y organizada, la usaré en mis clases. Gracias

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    1. Gracias, este curso y los próximos no daré 1º BCH, por lo tanto la actualización, revisión....etc que hago cada curso se quedará como está. Toda sugerencia es bienvenida

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